De ratones y hombres.

En primer lugar, debo dar las gracias a un anónimo visitante de este blog, que me ha "puesto las pilas".

Hace ya un tiempo, leí uno de tantos avances técnicos en la lucha contra el Alzheimer. El experimento, sufrido por unos pobres ratones, consistía en hacer aprender a los roedores un sistema basado en palancas, que accionado de la forma adecuada proporcionaba comida. Tras esto, se suministraba una droga a los animales que les inducía el olvido. En este punto, se activaban unos electrodos en las zonas c1 y c3 del hipocampo (una de las zonas del cerebro relacionadas con el Alzheimer prematuro) y al parecer, los animales recuerdan el sistema que previamente habían aprendido.

Pese a lo esperanzador del avance, existen problemas: en primer lugar, que no se pueden implantar electrodos en zonas tan profundas en un cerebro humano. Una vez más, nos encontramos ante un órgano complejo, cuyo estudio en profundidad pone en riesgo la vida del paciente.

Y en segundo lugar, nos encontramos con la naturaleza de la propia enfermedad. El Alzheimer es intrínsecamente humano, lo que plantea obstáculos éticos a la hora de realizar experimentos en fase embrionaria, ya que se suelen usar animales. Al mismo tiempo, el salto experimental de animales a humanos debe ser examinado con sumo cuidado , ya que se induce en los roedores un desgaste cerebral similar a la enfermedad, ante la imposibilidad de que se desarrolle un Alzheimer real.

¿Así pues, qué somos: ratones u hombres?


1 comentario:

  1. Las personas a las que nos interesan tus comentarios, por nuestra edad o nuestra profesión, o simplemente porque la vida nos ha puesto en la tesitura de cuidar a personas meyores, te agradecemos que sigas al pie del cañón. Interesante como siempre tu artículo y desde luego la respuesto es: hombres, sin duda, aunque lo pobres ratones nos sirvan para determinados experimentos. No te pares, por favor.........Gracias.

    ResponderEliminar