¿Cuanto cu€sta la dependencia?

He cambiado la dinámica de mis desayunos. Ahora, dedico uno de los dos días de mis plácidos fines de semana a leer el nuevo libro que me ha regalado mi sacrosanta esposa y a ojear la pila de artículos que me han quedado pendientes por revisar desde el curso de gerontología aplicada, que tan buenos materiales (y compañeros) me ha proporcionado.

Uno de ellos es un estudio sobre los gastos de la enfermedad de Alzheimer. Gastos en el sentido de costes económicos: todos sabemos (o nos imaginamos) el terrible desgaste emocional y físico que conlleva el cuidado de la persona dependiente. Pero hoy nos vamos a poner pragmáticos; vamos a poner cifras (aproximadas) en clave de euros de lo que cuesta al cuidador y al estado un usuario-tipo de la Ley de Dependencia.


Lo primero es citar las fuentes: este es un estudio realizado por la profesora de Economía Carmen González Camacho, que pertenece al departamento de economía aplicada de la Universidad de Sevilla. Además de ser una de las ponentes (ahí la conocí yo) de la mesa redonda celebrada en el club Antares (si, chicos, gastamos ese nivel...) bajo el titulo "chequeos a la enfermedad de Alzheimer", organizada por la asociación Alzheimer Santa Elena, también ha realizado estudios relacionados con este área, circunscritos a una realidad geográfica tan concreta como la de Sevilla, que os recomiendo que os leáis si tenéis un ratito (pinchad aquí si lo tenéis).

Hechos ya los reconocimientos, pasemos a lo que nos ocupa: en el pequeño boletín se nos distingue entre los costes directos, evidentes y fácilmente cuantificables, e indirectos, de difícil definición y de peor cuantificación, que genera un asistido.

Por lo que respecta a los primeros, se distingue entre sistema sanitario público y servicios sociales (se usa el término asistencia social, pero insisto en ignorarlo). Pues bien, en los estudios consultados (Turró et al. 2010), se concluye que un enfermo de Alzheimer en fase leve supera los 1500€ al año sólo en asistencia sanitaria, cifra que se triplica si hablamos de fases más avanzadas en pacientes no institucionalizados.

En cuanto a lo social, si se tiene grado y nivel (de Ley de Dependencia) y según los servicios que se acepten:

- 6500 € a 14400€/año con servicio de ayuda a domicilio
- 18000€ aprox./año en residencia geriátrica
- 7000€ /año en Unidad de Estancia Diurna.

¿Parecen cifras elevadas? Pues no especialmente. En comparación con nuestros socios (?) europeos, somos algo tacaños. Los chicos del norte (Noruega, Dinamarca, Suecia, es decir, la Premier Ligue del Estado de Bienestar) se gastan entre cinco y ocho veces más en atención social a la tercera edad, lo cual es una sabia elección, teniendo en cuenta que gran parte de este dinero esta destinado a prevención, actividades socioculturales, etc. lo que ayuda mucho de cara a combatir una vejez no productiva, que es la que genera más gasto.

Pero calma, amigos, no somos los últimos. Portugal está peor. Nosotros somos los penúltimos.

Los costes indirectos, como decíamos, son más brumosos. En primer lugar, son aquellos asumidos por los cuidadores, (o cuidadoras, más bien), con lo que se estructura una hipótesis considerando las horas de atención y las actividades realizadas, de forma que se hace un "cruce" entre el coste por hora de un auxiliar de enfermería y el de una empleada de hogar. El resultado: el coste indirecto medio de cuidados a un dependiente es de 6363,80€ año, con un incremento del 29 % doce meses después.

El estudio nos avisa del posible cataclismo: para el 2060 se augura un incremento de la población, lo que conllevaría un aumento del gasto social y sanitario. Tras esto, recomienda diseñar nuevas estrategias que garanticen la sostenibilidad del actual sistema. Claro que, igual el sistema no funciona. Y algunas de las soluciones que se perfilan en el horizonte, dan un poco de miedo (las compañias privadas ya se hacen sangre en sus palmas de tanto frotarse las manos).

Y aunque algunas penas siguen siéndolas, aún con pan, como decía Woody Allen "El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia."

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